Salud integral

  • El modelo del cerebro humano en desarrollo ofrece una base conceptual y operacional de gran envergadura para innovar en los estrechos conceptos de salud y bienestar heredados de siglos anteriores. Ha llegado el momento de eliminar conceptos tales como “salud mental”, reemplazándolo por “salud integral”. Concebir al ser humano como una unidad viva compleja otorga a quienes son responsables de la salud un rol ético superior.
  • Este modelo pone al servicio de los profesionales de la salud mental infantojuvenil un sólido corpus de conocimientos que facilitan la aplicación de prácticas integrales de prevención y cuidado de la salud integral de los niños y adolescentes, con énfasis en una aproximación respetuosa, ética y humanitaria, y aporta una plataforma a la elaboración de planes de autocuidados tanto para la población infantil y de jóvenes como para quienes son cuidadores y educadores de niños.
  • El modelo de cerebro humano en desarrollo sienta las bases para la innovación curricular en las carreras relacionadas con educación y salud, incorporando conocimientos neurocientíficos relevantes para el diseño de programas de prevención y cuidado de la salud integral tanto en ámbitos clínicos como educacionales.
  • Este modelo abre una amplia ventana de oportunidades a innovar en el diseño urbanístico de barrios y de ciudades, incorporando de modo activo el respeto por el derecho de los niños y jóvenes a contar con espacios naturales como recursos de desarrollo y enriquecimiento de su potencial intelectual emocional, social y espiritual.